Una multitud se manifeista en Gasteiz convocada por Sare
Vivimos tiempos de esperanza en relación a las presas y presos vascos. Gracias a la movilización social y a las iniciativas políticas, jurídicas y sindicales hemos ido cerrando etapas para ir haciendo realidad, de manera progresiva, nuestro lema: ETXERA.
El esfuerzo popular, ha conseguido poner fin a la vulneración de derechos de la política de alejamiento que, durante más de 34 años, ha causado tanto sufrimiento, no solo en las prisiones, sino también en el colectivo familiar.
Ahora ya hemos entrado en una nueva etapa: abrir el camino de regreso a casa de las personas presas, exiliadas y deportadas: ETXERA
Doce años después de la decisión de ETA de poner fin a su actividad armada, y más de cinco desde su autodisolución, no se puede continuar como si nada hubiese cambiado en Euskal Herria.
No tiene justificación alguna, que la política de excepcionalidad jurídica se mantenga por lo que pedimos un compromiso firme a los agentes políticos, sindicales y sociales, para poner fin a esa situación de excepcionalidad que aún se sufre en las cárceles.
No tiene justificación alguna, que una justicia politizada, continúe negando la aplicación de la normativa penitenciaria ordinaria a los presos y presas vascos, recurriendo de manera constante las decisiones de las Juntas de Tratamiento de los centros penitenciarios, cuando estos aprueban progresiones a Tercer Grado o la asignación de permisos penitenciarios.
Lo hemos dicho muchas veces. No exigimos privilegios para estos presos y presas. NO. Pedimos legalidad. La misma legalidad que se aplica a cualquier otro preso o presa, de los miles que se encuentran en las cárceles del Estado.
Estamos hablando de personas, que llevan cumplidos muchos años de sus condenas. Algunas más de 30 años. De personas que hace tiempo que cumplieron ya más de ¾ partes de sus condenas, sin que ninguna ley ampare que se les impida el cumplimiento del resto fuera de prisión.
Estamos hablando de personas, que en muchos casos han cumplido condenas en cárceles francesas y al ser extraditadas al Estado español, no se han tenido en cuenta esos años teniendo que volver a empezar de cero. Es una ilegalidad en el espacio judicial europeo.
Estamos hablando de personas, que han sido condenadas a cuarenta años de prisión efectiva -una cadena perpetua encubierta- que no está recogida en la propia Constitución Española y que no se justifica en personas resocializables.
Esas personas presas son objeto, además, de una injusticia comparativa que disuelve el principio de igualdad ante la ley. La inmensa mayoría de quienes mataron, lesionaron, torturaron o abusaron de su poder, por decisiones de Estado o cobijándose en la impunidad, ha sido raramente juzgada y las pocas personas que sí los fueron obtuvieron una rápida excarcelación. En el caso de los presos y presas vascas está ocurriendo todo lo contrario: la persecución y vulneración de sus derechos de manera permanente.
ETXERA Bai. Las queremos en casa. Y para hacer realidad este objetivo, os necesitamos a todas y todos. Esta no es una reivindicación partidista ni ideológica. Se trata de una exigencia de respeto a los derechos humanos para quienes llevan décadas privados de libertad.
Por todo ello, os pedimos que compaginéis la alegría de las fiestas de San Fermin, con la reivindicación de que los queremos en casa.
ETXERA. ETXERA ETA ETXERA!
