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Luhuso, sin duda, nos abrió las puertas hacia una nueva etapa

Luhuso, sin duda, nos abrió las puertas hacia una nueva etapa

Ayer se celebró en París el juicio contra los llamados “Bakegileak”, reflejo del anacronismo. A los 7 años y medio de los acontecimientos acaecidos en Luhuso en 2016. Su iniciativa tuvo un efecto innegable de arranque en el proceso de paz entonces obstaculizada. Fue un gesto de generosidad y compromiso hacia la paz, la resolución y la convivencia.

Luhuso fue un hito para poner en marcha un proceso de paz obstaculizado y nos gustaría aprovechar este juicio para abordar los nudos que aún quedan por resolver.

Queremos decir que es el momento de dar salida a las consecuencias de una situación de confrontación que ha conocido Euskal Herria durante demasiado tiempo y seguir abriendo puertas hacia la resolución y a la convivencia.

Nos toca seguir trabajando para lograr una paz plena y duradera sin hambre de venganza. Es necesario que la legislación de excepción deje de ser una norma y atienda la situación de las personas que aún permanecen en prisión o en el exilio, así como que se cumpla el objetivo de dar un tratamiento justo a todas las víctimas.

El tiempo nos ha enseñado que Luhuso fue un hito para una nueva era y en ese camino seguiremos siendo claves en las calles, en el ámbito político, sindical y social… para seguir abriendo las puertas al futuro que como sociedad queremos construir tras tantos años de confrontación.

En el camino de la convivencia y la resolución… ¡ETXERA!