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Se presenta el Manifiesto Llaves para la Resolución

Se presenta el Manifiesto Llaves para la Resolución

El manifiesto que hoy hemos presentamos en Gernika junto a agentes sociales, políticos, sindicales e personalidades de la sociedad vasca da el salto a toda Euskal Herria. Ahora el manifiesto queda en manos de todos los pueblos, vecinos, asociaciones y particulares para que también pueden dar su adhesión en la web: giltzak.sare.eus

Seamos miles de llaves en el camino de abrir de par en par las puertas de la solución y la convivencia.

INTERVENCIÓN:

Iniciamos la parte final de este acto, con el agradecimiento de la Red Ciudadana SARE a quienes hoy habéis querido acompañarnos; a quienes han prestado su voz en el video que hemos visto y como no, a esa parte, cada vez más importante de la sociedad vasca, que piden poder avanzar hacia la convivencia, sin olvidar nada de lo que ha pasado en nuestro país, pero poniendo la mirada en la necesidad de reconstruir tantos puentes rotos por la confrontación violenta que ha vivido nuestro pueblo. Bene benetan, eskerrik asko.

Cuando el 15 de junio de 2014 pusimos en marcha este proyecto ciudadano, lo hicimos bajo dos premisas fundamentales:

· No es este un proyecto partidista. Es un proyecto que persigue poner fin a la vulneración de derechos que sufren los presos/as vascos.

· Y esta reivindicación va unida a la necesidad de respeto, apoyo y solidaridad para con todas las víctimas de todas las violencias sufridas en nuestro pueblo.

La solución de ambos problemas nos ayudará a avanzar hacia una sociedad reconciliada.

Éramos conscientes de que el camino que comenzamos a recorrer entonces no sería sencillo, pero hemos de reconocer que no esperábamos que doce años después del fin de las actividades de ETA, cinco desde su desaparición, íbamos a estar, aún, sin lograr una solución a ambas premisas.

A pesar de ello, hemos de decir que la política penitenciaria ha tenido una evolución importante en los tres últimos años. Fundamentalmente con el fin de la política de alejamiento, que ha durado 34 años. Es esta, una etapa finalizada.

Pero, si bien se ha ido mejorando sensiblemente en el reconocimiento de los derechos hasta ahora ignorados, continúan existiendo aspectos en que la política seguida por la Fiscalía y los tribunales, en concreto por la Audiencia Nacional, está todavía muy lejos de las finalidades que la política penitenciaria debe perseguir.

Es ahora, cuando iniciamos esta nueva etapa. Complicada, difícil, pero lo hacemos desde el convencimiento de que su logro será clave en nuestra convivencia.

No tiene justificación alguna que la política de excepcionalidad jurídica se mantenga, por lo que pedimos un compromiso firme a los agentes políticos, sindicales y sociales, para poner fin a esa situación de excepcionalidad que aún se sufre en las cárceles.

Es una excepcionalidad jurídica, que por supuesto afecta muy directamente a las personas privadas de libertad, pero, también confronta directamente con las decisiones que adoptan las JJTT de las cárceles y la propia Administración Vasca.

En este sentido el 75% de las progresiones de grado que han propuesto las JJTT y han sido aprobadas por el Gobierno Vasco, han sido recurridas por el Ministerio Fiscal y son muchas las personas que han tenido que volver a prisión y a segundo grado penitenciario.

Porcentaje este del 75%, que es un agravio comparativo en cuanto que los recursos presentados por la Fiscalía en el caso de presos/as de otro tipo de tipologías de delito no alcanzan el 25%.

Es por ello, que estas personas en prisión se ven sometidas así a un proceso estresante en la evolución de su situación penitenciaria. Las decisiones judiciales dictadas por el juzgado competente de la Audiencia Nacional se resuelven, con frecuencia, lejos de criterios jurídicos aplicables en el ámbito penitenciario, lo que tiene un efecto destructivo en la moral de las personas internas afectadas.

Se continúa actuando como una jurisdicción especial, creada en un momento y contexto superados por la realidad. A pesar de ello, desde la lejanía y sin consideración a los fundamentos jurídicos presentados por los diferentes órganos administrativos actuantes, la Audiencia Nacional se niega a asumir la nueva realidad y retuerce el Derecho para aplicar una versión que desconoce el principio de reinserción.

Lo hemos dicho muchas veces, pero no está de más que lo repitamos hoy, ante todos vosotros y vosotras. No estamos pidiendo privilegios para nadie. NO. Pedimos legalidad. La misma legalidad que se aplica a cualquier otro preso o presa de los miles existentes.

La defensa de los derechos fundamentales que hacemos desde SARE, busca garantizar su vigencia. La reinserción o el derecho a la salud responden a estándares internacionales de derechos humanos, que un Estado democrático debe asumir y promover.

La abolición del “Derecho Penal del enemigo”, que es el No derecho, y la vuelta a un derecho penal y penitenciario del ciudadano/a es simple y llanamente asumir la indivisibilidad y universalidad de todos los derechos humanos. Hay que regresar a una convivencia democrática sin dobles varas de medir ni discriminaciones injustificables.

Estamos hablando de presos y presas que llevan cumplidos muchos años de sus condenas. Algunos más de 30 años. De presos y presas, que hace tiempo cumplieron más de las ¾ de sus condenas y ninguna ley dice que no se les pueda aplicar otras formas de cumplimiento fuera de los muros de las prisiones.

Estamos hablando de presos y presas, que no ven computados los años de privación de libertad cumplidos en otros Estados europeos, como Francia o Bélgica.

Nuestra labor se ha fundamentado y así continuará, en una labor de concienciación y transmisión de esta situación a la ciudadanía. Actuamos como expresión de la preocupación y sentimiento cada vez más compartido en la sociedad vasca sobre la situación de estos presos y presas, cuyos derechos entendemos no han sido respetados y como contribución a un marco de convivencia entre sensibilidades distintas.

Hoy hemos presentado ante todos vosotros/as esta nueva dinámica: “Konponbiderako Giltzak”. Sí. Tenemos que tener la llave. Las llaves de la solución.

Debe ser la propia sociedad vasca, a través de sus instituciones políticas y judiciales, quienes tienen que ser partícipes principales del diseño de cómo estos presos/as van regresando a sus casas. Se trata de poner fin a las excepcionalidades y con la aplicación de una política penitenciaria ordinaria, ir abriendo ese camino de regreso a sus casas, tras en muchos casos, más de 25 años de privación de libertad.

Hablamos de derechos. Hablamos de Derechos Humanos y es por ello que debemos tener muy en cuenta a las víctimas.

Queremos decirles que vemos su dolor, lo sentimos y queremos compartirlo con ellas. Muchas cosas no tendrían que haber sucedido, pero frente a ellas queremos afirmar nuestra defensa de los derechos humanos, y que intenten entender nuestra defensa de todos los derechos humanos. Su conculcación significa dar continuidad a las situaciones de violencia vividas mediante una secuela interminable, sin reparar en las penas ya sufridas y cumplidas. Las personas presas en una democracia tienen un camino de cumplimiento de las penas con derechos que, si se desconocen, se niega la propia democracia. Reconocer y promover sus derechos no va contra las víctimas. Esa contraposición de personas presas y personas víctimas es una falacia que ha conseguido arraigar una visión extrema de la política que ya no cabe en tiempos de convivencia normalizada. Entendemos el dolor de las víctimas, cómo no vamos a entenderlo. Con nuestra acción no queremos aumentarlo. Nuestro fin único es la defensa de los derechos fundamentales de los presos y presas vascos, sin ninguna otra finalidad ni planteamiento político.

Terminamos con un llamamiento a la sociedad vasca. El pasado 7 de enero, Bilbo fue escenario de una manifestación donde una gran parte de la sociedad reclamó el fin de una política penitenciaria de excepción.

El próximo 13 de enero, volveremos a salir a la calle, también, en Bilbo, para continuar avanzando en favor de la convivencia en nuestro País. Llenemos las calles de llaves en favor de la resolución.