NOTA xabier atristain
La decisión del Tribunal Supremo contra la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos es inverosímil, incomprensible y, sobre todo, totalmente contraria al respeto de los derechos humanos.
La sentencia del Tribunal Supremo garantiza y apoya la indefensión jurídica, con todo lo que ello supone. A pesar de autodefinirse como un Estado de Derecho y democrático, este tipo de decisiones siguen situando al Estado español muy lejos de esta realidad.
Tras la sentencia europea frente al caso Atristain, se deberían de haber revisado todas aquellas sentencias y condenas en las que las declaraciones realizadas en incomunicación y bajo torturas hayan sido la principal prueba condenatoria. Pero el Tribunal Supremo, una vez más, ha optado por protegerse las espaldas, dejando de lado la justicia. Xabier debería estar en la calle y, la detención y la encarcelación producidas esta tarde, es contraria al respeto de los derechos humanos, de la justicia y de democracia, y sobre todo de todos los pasos que estamos dando como pueblo para avanzar en la convivencia.
