Manifestación a la cárcel de Basauri bajo el lema «ETXERAKO BIDEAN»
Como todos los años, en vísperas de la movilización que vamos a llevar a cabo el 8 de enero en Bilbo y en el contexto de la Navidad, hemos convocado movilizaciones en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Hoy es la primera, en Basauri, con esta manifestación hasta la cárcel.
El mensaje que queremos difundir es claro, «el camino a casa», es decir, la reivindicación de que se acerque a todas las presas y a todos los presos vascos a Euskal Herria y de que se les aplique la progresión de grado, ya que es un elemento fundamental para que cualquier persona presa se reintegre en la sociedad. Porque esos son los pasos a dar para recorrer el camino de vuelta a casa. Y son también los cambios imprescindibles si queremos avanzar en el camino hacia la convivencia.
Porque, aunque, como hemos dicho muchas veces, valoramos de manera positiva los cambios que se están dando en la política penitenciaria, todavía sigue vigente la política de alejamiento: de las 196 personas presas, solo 80 están en Euskal Herria. En cuanto a la progresión de grado, aunque en la práctica todos y todas están en segundo grado (después de estar largos años en primer grado), sólo han progresado 9 al tercer grado. Y no podemos olvidar que todavía hay 19 personas presas con enfermedades graves, ni tampoco la situación de las presas y de los presos de más avanzada edad, ni la situación de las niñas y de los niños de la mochila.
Por otro lado, queremos recordar que en la progresión de grado estamos viviendo un proceso hacia atrás, ya que la Audiencia Nacional ha invalidado las decisiones de las juntas de tratamiento de las cárceles, lo que conlleva el encarcelamiento de las personas que han conseguido los permisos para salir de la cárcel o la libertad condicional, además de su cambio al segundo grado. Es un claro paso atrás en el cambio de la política penitenciaria, el cual pone en evidencia que todavía existen sectores que no quieren avanzar y que se sienten más cómodos en la situación de confrontación del pasado. La política penitenciaria necesita todavía muchos cambios para dejar atrás la legislación de excepción y para avanzar en la aplicación de la legislación ordinaria.
Por eso nos hemos reunido hoy aquí. Porque queremos seguir avanzando. Porque queremos seguir haciendo camino. Porque, de hecho, estamos haciendo camino. Estamos caminando. Caminando hacia casa. Y también hacia la convivencia. Porque dichos caminos están estrechamente relacionados. Ya que es imposible la convivencia si no desaparece la vulneración de derechos que conlleva la legislación de excepción que se aplica a presas y presos vascos. Y porque, para recorrer el camino a casa, para conseguir ese cambio tan necesario en la política penitenciaria, es fundamental avanzar también en la convivencia. Y eso solo lo podemos hacer entre todas y entre todos. Cada cual aportando su granito de arena, con responsabilidad y respeto, y, sobre todo, con ánimo de avanzar.
En eso estamos hoy aquí, y así lo haremos también el 8 de enero en la manifestación multitudinaria de Bilbo. Porque esta situación no puede durar más. El acercamiento de las presas y de los presos vascos debe concretarse ya, sin más demoras. Demos la bienvenida al 2022 poniendo fin a esa vulneración de derechos. ¡Sigamos haciendo camino!
