CONCENTRACIONES EN ALGORTA Y IRUÑEA PARA DENUNCIAR EL ENCARCELAMIENTO DEL PRESO VASCO IÑIGO GUTIÉRREZ
Hoy nos hemos movilizado en Algorta e Iruña para denunciar el encarcelamiento del preso vasco Iñigo Gutierrez. Como sabéis, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha revocado la decisión de la Junta de Tratamiento de la cárcel de conceder el tercer grado. Como consecuencia, Iñigo ha tenido que volver a prisión a pesar de que cumple todos los requisitos legales para seguir en tercer grado penitenciario. Desde Sare y la Plataforma Izadi Gurasoekin etxera queremos denunciar que esta decisión obstaculiza el
camino hacia la convivencia, ya que, supone mantener vigente una política penitenciaria de excepción.
El de Iñigo no es el único caso. Hace una semana Jon Crespo o anteriormente Unai Fano también tuvieron que vivir esta misma situación. Hoy, volvemos a repetir: cuando las Juntas de Tratamiento de los centros penitenciarios aprueban progresiones de grado o permisos penitenciarios, toman esta decisión basándose en criterios profesionales. En aplicación de la ley ordinaria, estos criterios son los que hay que tener en cuenta para conceder los permisos, pero la Fiscalía y la Audiencia Nacional, saltándose la ley y las Juntas de Tratamiento penitenciario, y sin conocer la evolución penitenciaria del preso, establecen sus propios criterios.
Además, en el caso de Iñigo, es más grave, ya que IZADI su hija de tres años, que tuvo que salir de la cárcel de estar 24 horas con sus padres, a estar sólo 24 horas al año. No contentos con que su madre tenga que seguir en la cárcel, ahora también tendrá que volver a prisión su padre. IZADI queda bajo el cuidado de sus abuelos, viendo así vulnerados sus derechos de familia y de crecer junto a sus padres. Desde SARE y la Plataforma queremos reiterarnos en que se establezcan las medidas necesarias para respetas los derechos de IZADI.
Nos encontramos ante una clara actitud de obstaculizar el cambio hacia la aplicación de la legislación ordinaria. Una actitud que únicamente responde a criterios ideológicos y políticos que, evidentemente, nos llevan al pasado.
Este pueblo ha expresado reiteradamente su deseo y compromiso de avanzar y dar pasos a favor de la convivencia. Este tipo de actitudes golpean directamente ese deseo. 10 años después de la desaparición de ETA y en un momento en el que, tanto por un lado y por otro, se están dando pasos cargados de responsabilidad y empatía, es incomprensible que se tomen decisiones basadas en la venganza, el dolor y la vulneración de derechos.
Hoy, desde aquí, queremos trasladar a la Junta de Tratamiento de la cárcel de Basauri la petición de que, si considera que el preso Iñigo Gutierrez está en condiciones de acceder al tercer grado y tiene claro que, como hasta ahora, puede seguir incorporado al mundo laboral, actúe en consecuencia y, una vez más, analice y ratifique la progresión de tercer grado.