Ya estamos en pleno verano y la Aste Nagusia de Bilbao vuelve a llamar a la puerta. Nuestro Bilbo zaharra vuelve a sumergirse en 9 días de fiesta. Serán días de juerga, música y bailes, de brindis con amigos y, también, de compartir miles de momentos especiales, de encuentros y de abrazos. Y como no, también días para presentar Bilbo y Euskal Herria al mundo. Pero a pesar de la magia de la fiesta y de las ganas de sumergirnos en ella, no podemos olvidar que los años de conflicto que ha padecido nuestro Pueblo han generado consecuencias que todavía a día de hoy, muchas vecinas de Bilbo y del resto de Euskal Herria siguen padeciendo.

Ya lo dijimos el año pasado: «Nunca veremos a Mari Jaia caminar hacia atrás». Sólo avanza y tiene como meta principal el encuentro con diferentes vecinos y vecinas. Si estuviera inmóvil y en un lugar aislado, no tendría la posibilidad de cumplir las funciones asignadas por la ciudadanía, no tendría la posibilidad de llevar la fiesta a los diferentes rincones de Bilbo. Y no podría saciar de alegría e igualdad nuestra capital, con lo que nuestra Aste Nagusia no sería la fiesta que conocemos y la convivencia no estaría plenamente garantizada. Pues, con la situación excepcional de las y los presos, refugiados y deportados vascos, ocurre lo mismo. Nuestra sociedad ha superado las heridas más intensas del conflicto; lleva años dando pasos hacia la convivencia y avanzando en el proceso de solución democrática. Como Mari Jaia en Aste Nagusia, deseamos un Pueblo donde las ideas se debatirán libremente sin conculcaciones de derechos. En el mismo sentido, al igual que aquellos que se ponen en el medio del camino para obstaculizar a Mari Jaia, las leyes de excepción tienen como objetivo obstaculizar el proceso de vuelta a casa de presas, huidas y deportdas.Y nosotras no queremos un Bilbo o una Euskal Herria así. No queremos un Bilbo o una Euskal Herria llena de obstáculos y trabas. Por ello, nos volvemos a juntar aquí para gritar bien alto contra las leyes de excepción y a favor de la superación de las consecuencias del conflicto.

Llevamos décadas reivindicando la vuelta a casa de las presas, huidas y deportadas y creemos sinceramente que ya es hora de que el clamor «Etxera» pase de ser reivindicación a logro colectivo. Porque, además de los presos y sus familiares, con ese logro ganaría toda la sociedad. De hecho, este logro nos acercaría a escenarios de convivencia real, y haría más realizable la verdadera paz que necesita este país.

En este sentido, convocamos a participar en el “Etxera Eguna de Bizkaia” el próximo 22 de agosto. Las vecinas de Bilbo, junto con quienes vengan de otros pueblos, gritaremos a los cuatro vientos a favor de la vuelta a casa de presos, exiliados y deportados. La primera cita será a las 13:00 horas, con la manifestación de carácter festivo que comenzará en la plaza elíptica y finalizará en el Ayuntamiento. A las 15:00 horas se celebrará una comida popular en la zona de txosnas. Y para finalizar, a las 17:30, en Atzekalde, se realizará un sencillo acto seguido de un concierto de manos del grupo galego Loita Amada.


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