7 de Enero, Gazteok Bilbora
Hoy, nos hemos reunido aquí jóvenes que estamos trabajando en diversos ámbitos en
Euskal Herria. Jóvenes que trabajamos día a día para transformar nuestra sociedad, al igual que muchas generaciones de jóvenes a lo largo y ancho del mundo. Pero tenemos también realidades que nos diferencian del resto, realidades que también queremos transformar. Por eso nos hemos reunido hoy aquí.
En Euskal Herria hemos vivido un conflicto que ha durado décadas, lo que pone de manifiesto la existencia de innumerables áreas aún por resolver. Además, este conflicto ha generado sufrimiento de diferentes maneras, aunque durante la última década se han dado pasos importantes hacia la convivencia y hacia la paz. Hemos visto iniciativas entre quienes antes no se veía posible el trabajo en común; también hemos conocido realidades diferentes, pero todavía tenemos presente la política penitenciaria de excepción.
Es verdad que hemos visto un cambio en la política de alejamiento, pero algunas presas y algunos presos siguen lejos, situación que debe desaparecer ya, de manera inmediata. Y, aunque este cambio nos ha generado esperanza, siguen vigentes todavía muchas medidas de excepción.
Dentro del avance que suponen las progresiones de grado, nos preocupan especialmente las regresiones de grado a consecuencia de los recursos de la fiscalía de la Audiencia Nacional. Tomando como base la legislación ordinaria, obstaculizar la vía de las progresiones solo nos evoca un término: venganza. Las intervenciones del estado y de la extrema derecha son, hoy por hoy, el principal obstáculo para la resolución de las consecuencias del conflicto. Bajo esos intereses, su objetivo es encadenar un pueblo entero al pasado y al conflicto. Ante ese contexto, queremos hacer un llamamiento para avanzar conjuntamente. Frente a todos esos obstáculos, las y los jóvenes optamos por la resolución. Asumimos como generación la responsabilidad que exige este momento histórico, desde el compromiso que supone ser la primera generación que no ha vivido directamente toda la crudeza del conflicto. Por ello, queremos y debemos ser la última generación que sufre los efectos del conflicto. Y eso supone poner fin a la política de alejamiento y de excepción.
Como los imanes, con capacidad y fuerza para atraer elementos, queremos mostrar esa capacidad para la juventud, atrayendo hacia casa, acercando a las personas vascas presas y refugiadas. Tenemos por objetivo la paz y la convivencia basadas en la igualdad, y queremos impulsar las tareas que hay en ese camino, queremos analizar el fundamento del conflicto y alcanzar soluciones. En ese camino, el 7 de enero llenaremos las calles de Bilbao.
Por ello, hacemos un llamamiento a la juventud, a toda nuestra generación, para que estén junto a nosotras y nosotros en Bilbao.
¡El 7 de enero, la juventud a Bilbao! Etxera bidea gertu!