EN VÍSPERAS DE LAS FIESTAS DE Gasteiz, SARE SE MANIFIESTA BAJO EL LEMA «ETXERA BIDEA GERTU»
Hace un año, cubrimos una etapa importante. Con el esfuerzo de todos y de todas, con la activación constante de la sociedad, se consiguió poner fin a las cárceles más alejadas de Euskal Herria: Andalucía, Murcia, levante y Galicia.
Supuso un alivio para muchas familias que durante décadas ha tenido que recorrer miles y miles de km para visitar a sus familiares presos. Todo ello, con un coste importante, no solo desde el punto de vista económico, sino, lo que es más importante, dejando un reguero de accidentes y víctimas en la carretera.
Hoy, tenemos que comenzar a sonreír. Vamos avanzando. Pero que nadie se llame a engaño. Nos queda un largo camino por recorrer si queremos poner fin al conjunto de vulneraciones que continúan sufriendo los presos y presas vascos y sus familias.
Y esto o lo hacemos juntos o no será.
Porque el hecho de que una parte importante de ese colectivo esté en las cárceles de Euskal Herria, es solo la culminación de una etapa.
Hoy todavía un 28,3% está alejado. Y, lo que es peor, a la inmensa mayoría de ellos se les continúa negando la aplicación de una política penitenciaria ordinaria. La excepcionalidad continúa siendo la norma.
Y en esta excepcionalidad ocupa un papel importante la actuación de una justicia prevaricadora y dispuesta a aplicar la venganza y no la justicia.
Denunciamos, una vez más, a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, convertida en el brazo jurídico de la extrema derecha política, que de manera constante viene recurriendo las decisiones de las Juntas de Tratamiento de los centros penitenciarios, en la mayoría de las progresiones a tercer grado penitenciario y concesión de permisos.
Han apostado por la confrontación permanente. Por impedir que podamos transitar hacia una paz justa y a través de ello, a la convivencia
Nuestro pueblo está necesitado de acuerdos. De soluciones justas. Sobran quienes continúan instalados en la confrontación y en la venganza. No normalicemos lo que no es normal. No bajemos los brazos porque el alejamiento va tocando a su fin. Esto son etapas que vamos cubriendo.
Sonriamos por ello, pero que esto nos ayude a seguir trabajando sin dar un paso atrás. Y para ello, tenemos la siguiente fecha marcada, la del 8 de octubre, que Donostia se quede pequeño ese día. Y que podamos disfrutar de un día para avanzar, para difundir nuestras reivindicaciones, pero también para poner en valor todo lo avanzado, y pasar así un día festivo con música y alegría.
Lo dicho, a seguir trabajando juntas como hasta ahora. Lortuko dugu!