DE AHORA EN ADELANTE REDOBLAMOS ESFUERZOS CON “ETXERAKO BIDEAN”
Esta convocatoria de prensa de hoy la realizamos para hacer un amplio llamamiento a toda la ciudadanía a la manifestación que el próximo 23 de octubre recorrerá las calles de Donostia bajo el lema “ibilian-Ibilian, etxerako bidean” y con la reivindicación del fin de la política penitenciaria de excepción y la puesta en marcha del proceso de regreso a casa de los y las presas vascas. La manifestación comenzará a las 17.00 desde el túnel del Antiguo, finalizando con un acto especial en la plaza Pio XII .
Junto a esta convocatoria, deseamos hacer una breve valoración de lo que ha supuesto la situación de los presos y presas vascas.
Iniciamos el verano de 2020, con tímidos movimientos-acercamientos de presos/as vascas. A partir de entonces encaramos este otoño con las cárceles más alejadas de EH dejando de albergar a presos y presas vascas.
Sin duda, esta situación supone motivo de cierto alivio para los familiares de estos presos y presas, porque reducen los largos trayectos que durante décadas han tenido que realizar para no faltar una sola semana a las visitas. Pero supone, también, motivo de alerta para todos y todas nosotras, que no queremos contribuir a dar la sensación que estamos en una situación normalizada.
No lo es. El camino a recorrer y los obstáculos a superar son todavía muchos e importantes y del esfuerzo de todas y todos dependerá que también podamos superarlos.
Lo datos son fiel reflejo de que la política de excepción sigue en vigor y la vulneración de derechos aun se mantiene y en ocasiones se agrava.
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Solo el 64 de estos presos/as están en EH, el 32%
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Durante este año, la práctica totalidad de ellos/as han progresado de primer a segundo grado, pero únicamente 10 presos/as lo ha hecho de segundo a tercer grado penitenciario, el 5%
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Y si esta situación se mantiene, los presos/as vascas, en casi su totalidad, están condenados a no poder hacer uso de la normativa penitenciaria y a cumplir íntegramente condenas de hasta 40 años de prisión efectiva.
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Esta situación debe representar una llamada de atención a quienes desde diferentes instituciones y sectores políticos manifestaban e instaban a estos presos y presas a hacer uso de las herramientas que proporciona la actual normativa penitenciaria.
Es por ello, que somos nosotros, ahora, quienes instamos a estas instituciones a trabajar por hacer realidad la aplicación de una normativa ordinaria a quienes hasta ahora solo han conocido la excepcionalidad como norma.
¿En que se debe traducir este cambio?
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Fin del régimen de excepcionalidad:
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la progresión de 2 a 3 grado debe darse a partir del cumplimiento de la ½ de la condena, como se hace con el conjunto de la población reclusa en las cárceles del Estado español.
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Cabria recordar que no más del 1% de esta población reclusa, finaliza su condena en segundo grado. Por el contrario en el caso de los presos y presas vascas, este porcentaje se eleva al 87%
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Se debe de poner fin a las actitudes de bloqueo de la fiscalía o jueces, que de forma sistemática presentan recursos contra las decisiones de las Juntas de Tratamiento, cuando estas aprueban, en ocasiones por unanimidad, las progresiones de grado o permisos.
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Esta actitud obstaculizadora, que nada tiene que ver con un criterio de justicia, sino con una politización de la justicia, nos lleva a reclamar, una vez mas, la necesidad de que los JCVP pasen de depender de la Audiencia Nacional, y sean los de proximidad, como la han sido con anterioridad.
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PERMISOS. La misma situación se produce en los recursos judiciales ante la aprobación por las JJTT de los permisos penitenciarios a los que tienen derecho a disfrutar con el cumplimiento de ¼ de la condena.
DE AHORA EN ADELANTE REDOBLAMOS ESFUERZOS CON “ETXERAKO BIDEAN”
Por todo ello, el 23 de Octubre, volveremos a manifestarnos en la calle. Tenemos muy claro la necesidad de hacer compatible la reivindicación en los despachos con la presencia activa en las calles.
Porque nada ha terminado con el traslado desde Andalucía, Levante o Galicia a cárceles más cercanas.
Porque la política de alejamiento y dispersión se mantiene y su fin será una realidad solo cuando todos y todas estén en EH.
Mantenemos la esperanza de que el mes de octubre sea el momento de que los cambios comiencen a ser una realidad.
La asunción de competencias, en materia penitenciaria, por parte del Gobierno Vasco debe de suponer un cambio de situación. Los anuncios realizados por la Administración Vasca de una nueva política penitenciaria de carácter ordinario, sin privilegios, pero, también, sin exclusiones políticas, debe de ser un objetivo de urgente aplicación y ello no solo debe ser para aquellos que hoy ya están en EH. NO. Debe de ser de aplicación a todos/as que continúan desperdigados en los Centros Penitenciarios del Estado Español.
Nadie debe quedarse al margen de esta nueva normativa penitenciaria que se nos anuncia. De lo contrario la vulneración de derechos y el régimen de excepcionalidad se mantendrá.
No exigimos privilegio alguno. exigimos justicia. Y es esto lo que reivindicaremos el 23 de octubre por las calles de Donostia.
Ni un paso atrás.
La consecución de una EH en paz y en convivencia nos afecta a todos y todas y por ello, nadie puede quedarse al margen de la resolución que desde SARE y otros actores políticos, sindicales y sociales, venimos exigiendo.