Como todos los años, el año pasado también estábamos aquí para difundir por la ciudad las reivindicaciones a favor de la vuelta a casa de los y las presas, refugiadas y deportadas vascas. Ha pasado un año y la situación ha avanzado notablemente. La cifra que aparece en la portada de Gara decía 130 cuando nos manifestamos el año pasado, este año dice 110. El año pasado eran aún 63 los presos y presas vascas que cumplían sus penas en régimen cerrado. Durante el día de hoy, son 50. Es evidente que en un año hemos avanzado. Otro ejemplo es el cambio legislativo que ha provocado en el cómputo de las sanciones francesas que aún nos era desconocido en la Semana Grande del año anterior.

Hemos avanzado, sí. Pero todavía tenemos mucho que avanzar en el tema de la vuelta a casa de las presas, refugiadas y deportadas vascas. La modificación legal del cómputo a la que ahora nos referimos, aún llevando casi un año en vigor, aún no se han conocido más que 4 resoluciones. De las 43 presas guipuzcoanas, 18 siguen cumpliendo sus penas en régimen cerrado. Nos que mucho que avanzar.

Pero para avanzar tenemos que superar los obstáculos que tenemos por delante y que son las leyes y políticas de excepción que llevamos denunciando durante tantos años. Las leyes creadas hace 20-25-30 años son las que siguen vigentes, que ya entonces eran leyes excepcionales, se vuelven aún más excepcionales si estas leyes siguen vigentes a medida que el pueblo vasco avanza en términos de resolución, paz y convivencia. Además de las leyes, acabar con las políticas penitenciarias de excepción también nos será imprescindible si queremos anticiparnos a la resolución definitiva. Si se aplicaran a los y las presas vascas los criterios que se aplican a los reclusos que cumplen condena en prisión por cualquier otro motivo, el 100% estaría cumpliendo los últimos años de su condena en casa. Por tanto, si queremos avanzar hacia el futuro, nos es imprescindible acabar con ambos, con las leyes y políticas de excepción.

Para terminar, en los últimos tiempos estamos sufriendo de forma violenta las campañas de criminalización que nos llegan por parte de algunos responsables políticos y de algunos partidos hacia nuestras reivindicaciones. Desde algunos partidos y lobbies se percibe el deseo de criminalizar proclamas legítimas, legales y democráticas. Nosotros seguiremos en lo nuestro. Por la vía de la resolución, seguiremos trabajando en la consecución de una paz que nos permita dar el salto a los escenarios de convivencia y que, por un lado, vendrá de la mano de la verdad, el reconocimiento y la reparación que tanto necesitan y merecen las víctimas. Pero además, si queremos dar el salto a los escenarios de convivencia, será imprescindible que todos los presos y presas, refugiadas y deportadas vascas estén en casa.